sábado, 26 de septiembre de 2009

LA TAQUILLA DE ARGENTINA: EL CINE GANA EN CALIDAD Y GUSTA. EL PÚBLICO CADA VEZ MÁS ELIGE LAS APUESTAS DEL CINE NACIONAL


ENTRE SUBSIDIOS Y COPRODUCCIONES, EL CINE ARGENTINO SE LAS ARREGLA PARA HACERLES FRENTE A LOS ESTRENOS EXTRANJEROS.

El éxito de taquilla de algunas películas nacionales obliga a preguntar si lo que se está viviendo es un “boom” o una mera coincidencia de estrenos con repique. Dos voces muy distintas aceptan el desafío de reflexionar sobre estos números: una desde el Estado, Liliana Mazure, actual presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), y otra la del director de cine Marcelo Piñeyro, creador de Las viudas de los jueves.

“El cine es un tema cíclico –asegura Mazure– les pasa a todas las cinematografías no sólo a la nuestra. Creo que nuestro nuevo Plan de Fomento, que se implementó en noviembre de 2008 tiene algo que ver. El decreto fue firmado por la presidenta de la Nación para impulsar a que los directores de trayectoria volvieran a filmar.

Contemplamos no sólo a los creadores consagrados, sino también a los que empiezan. El INCAA subsidia una parte de las películas y Argentina es el único país de América latina que lo hace. En la actualidad hay dos coproducciones con España y son justamente las más exitosas: El secreto de tus ojos y Las viudas de los jueves.”

Por su parte, el creador Marcelo Piñeyro aclara: “Nunca tuvimos vedado el acceso a los subsidios, pero es cierto que desde la gestión de Mazure aumentó el dinero, aunque igual antes también se habían hecho películas. Pero ni Campanella ni yo podríamos recuperar el dinero sólo con el subsidio del INCAA, necesitamos de la coproducción con España. Igual nos viene bien que hablen del boom, pero por dos o tres películas no lo es. Hay que pensar más en grande –no hablo del INCAA– sino de los que hacemos cine en la Argentina. Debemos aceptar, defender y respetar la diversidad en la cinematografía nacional. No lo puedo demostrar, pero creo que hoy si las películas nacionales andan bien es porque no tenemos enfrente un tanque americano, me refiero a un Harry Potter o un Batman, frente a ellos no sé cómo nos hubiera ido. Estamos muy tranquilos porque no hay nadie muriéndose por sacarnos. Además en estos momentos parece que es un buen negocio el cine nacional”.

Mirando los números de otros años, pareciera que las comedias –incluso las animadas– son las que lograron con más facilidad superar el millón de espectadores. Así sucedió con Un novio para mi mujer (2008); Bañeros 3 todopoderosos (2006); Papá se volvió loco (2005) y en 2004, Patoruzito. La excepción fue otro film de Campanella: Luna de Avellaneda, también en 2004.

Por ahora, durante este año las cifras más importantes están en manos de El secreto de sus ojos y la única comedia, Papá por un día. Le siguen Anita, de Marcos Carnevale y desde la semana pasada, Las viudas de los jueves.

“El cine da siempre sorpresas –dice Mazure–. Campanella está filmando cada vez mejor y su éxito es muy merecido. Desde el Estado reglamentamos la cuota de pantalla para el cine nacional, garantizamos la exhibición, pero no impedimos la presentación de películas extranjeras. Tal vez el año que viene también tengamos éxitos. Ya empezaron varias preproducciones, en manos de tres importantes directores. Pablo Trapero filmará con Ricardo Darín, Héctor Olivera, con Natalia Oreiro y Benjamín Vicuña y Daniel Burman, con Graciela Borges y Antonio Gasalla.”

“No hay que mirar sólo lo que sucedió en estos últimos cuatro años que no fueron demasiado buenos”, finaliza Piñeyro y agrega: “También aparecieron filmes como Leonera de Trapero, el año pasado, que se merecía más público. No creo que todo el cine deba ser masivo. Las películas de Lisandro Alonso no lo son y está muy bien, aunque tenga un importante recorrido internacional. Nunca hay que perder lo conquistado, hay que encontrar la manera para que puedan convivir tanto el cine de Alonso como el de Campanella, ambos son profundamente distintos y son muy válidos. El éxito es un albur, un misterio. ¿Por qué decide un espectador sacar entrada para ver una película? Es inexplicable”.

Por Ana Seoane
Fuente: Perfil
Más información: www.perfil.com

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Woody Allen y una singular escena de amor



Existen, en la historia del cine, escenas que nos permiten ver la genialidad de un director y la capacidad cinematográfica para lograr la emoción a partir de las cosas mas disparatadas e increíbles.
En la película "Historias de Nueva York" (1989)-extraña trilogía de directores célebres (Scorsese, Copolla y Woddy Allen), que se hizo en homenaje a la ciudad de Nueva York-, hay en el capítulo que dirige Woody Allen, una escena de este tipo.
Como siempre, el personaje de Woody es uno de esos adorables neuróticos que no pueden resolver su complejo de Edipo. Un mago hace desaparecer a su dominante madre, que reaparece en el cielo de Manhattan para seguir entrometiéndose en su vida a la vista de todo el mundo. Una verdadera madre judía que averguenza a su hijo y que, como toda madre judía, tiene la característica de solucionar la angustia de su hijo dándole de comer.
El bueno de Woody -¿cuándo no?- está a apunto de ser dejado por su pareja (adorable papel de Mia Farrow)y está en estado de crisis. Su madre se le aperece una y otra vez en el cielo de Manhattan. Desesperado y por consejo de su analista, Woody consulta a una mentalista para tratar de espantar al fantasma de su madre.
La psíquica está genialmente representada por Julie Kavner (una de esas mujeres que Woody sabe hacer aparecer hermosas aunque ellas no sean particularmente lindas).Lo cierto es que la mentalista se enamora de Woody y él no se da cuenta hasta que, luego de una cena con la mentalista, ésta, que es una chica judía igual que su madre, antes de despedirse le entrega una pata de pollo envuelta en papel metálico para que Woody se lleve a su casa. Y aquí viene la genial escena de la que hablaba al principio: Woddy llega a su casa y encuentra una carta de su mujer que dice que se ha ido y que no piensa volver. Desolado camina por el departamento sin saber cómo reaccionar, hasta que al hurgar en sus bolsillos encuentra el papel metálico que envuelve la pata de pollo. Lentamente, mientras desenvuelve la pata de pollo, va dándose cuenta del amor que siente por la psíquica. Mirá fijamente la pata de pollo y se produce un milagro cinematográfico. Una fantástica y emocionante escena de amor entre un hombre y una pata de pollo.
Vean esta película. Vale la pena, emociona, sorprende y ayuda a comprender la magia del cinematógrafo.
Una verdadera lección de cine.

martes, 1 de septiembre de 2009

Concurso Nacional de Cortometrajes Documentales

CONVOCATORIAS Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA)

Concurso Nacional de Cortometrajes Documentales

Cierre de la convocatoria: 01 de abril de 2010

En el marco de la Jornada “24 horas de Cine Nacional” la Secretaría de Políticas Universitarias, a través del Programa de Promoción de la Universidad Argentina invita a participar del Concurso Nacional de Cortometrajes Documentales basados en proyectos de investigación y de extensión.

Los destinatarios de dicha convocatoria son productores y realizadores audiovisuales, estudiantes, profesores y graduados universitarios, que a través de la presentación de filmes documentales que presenten y desarrollen cuestiones planteadas y profundizadas en el campo académico.

La fecha de cierre para la recepción de obras es el 1 de abril de 2010.

Bases y formulario de inscripción en http://www.iuna.edu.ar/extension/convocatoria/index.php